15.12.15 - El calentamiento vocal es una práctica que, todos los que trabajamos con la voz, debemos implementar en nuestra rutina. No debemos esperar a sufrir las consecuencias del abuso vocal, para llevar adelante la tarea. 

En mi experiencia, es algo que me inculcaron en mis años de estudio en el ISER, pero con el correr del tiempo, la fui relegando, ya fuese porque "perdía tiempo", o porque lo le daba importancia.

Me reencontré con la técnica en el 2007, en un evento organizado por la Sociedad Argentina de la Voz, en Rosario. Allí, la Doctora Cristina Jackson-Menaldi, brindaba un seminario sobre Warm Up y Cool Down (calentamiento y descanso vocal en inglés).

A partir de esa experiencia, antes de utilizar mi voz y previo al inicio de la clase, realizo los ejercicios de calentamiento vocal, obteniendo los beneficios que esta técnica nos brinda.

En este posteo, compartimos algunos ejercicios que llevan a cabo los actores en la meca del cine.

A primera vista pareciera que Anne Hathaway, previo a la premiere de Los Miserables, está poniendo en práctica una técnica de expresión poco ortodoxa: 

Este agitar de los labios aparentemente caprichoso y burlón puede ser muy útil para la próxima vez que vayas a dar una presentación, pues no sólo importa qué tanto dominas el material, sino la autoridad con la que lo expresas.

“En cualquier presentación es normal que tu corazón esté latiendo rápido”, comenta Mary Birnbaum, una directora de ópera que también se desempeña como coach vocal. “Quizá te sientas preparado, pero no por eso debes obviar el calentamiento”.

Según la especialista, esto te puede acarrear toda clase de inconvenientes y errores. Inclusive tu tono de voz puede tornarse más agudo de lo normal, al combinar ansiedad con una garganta fría.

El calentamiento no sólo es físico, sino que al convertirse en un ritual puede volverse parte de tu confianza. Fíjate cuáles son las 4 técnicas básicas que debes tomar en cuenta:

1.- Haz que tu aliento recupere la fluidez.

 Si trabajas en un escritorio durante la mayor parte del día, lo más probable es que tus hombros estén tensos, tu espalda contraída y tu mandíbula esté tensa.

Jeanette Nelson, la especialista en voz del Teatro Nacional de Inglaterra, recomienda recostarse en el piso (si esto no es posible, puede hacerse contra una pared), mientras se respira normalmente. Luego de un minuto, dale un suave masaje a tu mandíbula, como lo hacen estos actores:

2.- Haz resonar tu garganta.

La palabra en inglés es “humming”, pero no hay una traducción directa al español. Es como tararear, pero con la boca cerrada; se usa para sentir la vibración de la voz en la boca, la garganta, el cráneo y por extensión, en todo el cuerpo. “Resonar o tararear mientras mueves los brazos y las piernas, te permite tomar consciencia de cómo tu voz te recorre por completo”, dice la experta.

No te extrañe que tu cara se vea así:

3.- Abre el espacio para la expresión.

Dado que tu voz surge de los pulmones, estirar tu caja torácica te ayudará a que tus alientos sean más largos y estables.

 

4.- El músculo más importante. La Lengua.

Contrario a la creencia popular, la lengua no se nos “traba” porque no conocemos el tema lo suficiente o porque estamos nerviosos; ocurre porque no la calentamos lo suficiente.

Para ello, es recomendable hacer círculos y así fortalecer su raíz, el origen mismo de nuestra articulación verbal.

Esta rutina entera no debería tomarte más de 5 minutos, pero siéntete libre de extenderla a 10 si la presentación lo amerita.